Mi Historia
No veo nada...
Pero "nada" es una exageración. Desde pequeño he tenido una capacidad ocular deficiente. Pero para estar con la banda chida no usaba mis lentes, ni me sentaba adelante para ver el pizarrón en el salón de clases. No me ayudaba mucho socialmente esta movida, así que me puse a dibujar. Y dibujé, y dibujé y dejé de tomar apuntes.
A la hora de escoger la carrera, mis padres, quienes Sí me apoyaron dejándome pintar la pared de mi cuarto, preferían que estudiara alguna carrera que me prometiera facilidad de trabajo. Por lo que estudié Relaciones Internacionales. Y ni conseguí trabajo, y ni quise. Pero sí me sirvió bastante posteriormente.
Me vine a Tulum, Q. Roo, México, para abrir un negocio, y no funcionó (Pandemia). Pero dibujé mucho en horas muertas (casi todas), hasta que clientes entraban a la tienda preguntando por mi trabajo. Pero yo no lo vendía, ni sabía vender, vendía arte wixárika. Mi hermosa esposa lo notó, y como la excelente pareja que es, me insistió que expandiera ese panorama.
Y como toda buena aventura, da miedo al principio (y chance siempre). Pero algo tenía, que no me podía rehusar a la oferta. Era mi sueño olvidado. Y con mi conocimiento académico con la especialidad en cultura, comencé a plasmar una carrera artística que no solo es saber "pintar", pero saber qué pintar. O eso digo yo. Pero bueno, el resto como quien dice es historia: "lágrimas", sudor, y mucha ropa pintada.
En corto, soy un artista autodidacta inspirado en la diversidad cultural mexicana, con la necedad de expresar escenarios e historias oníricas, llenas de elementos que reflejan el surrealismo del mundo actual.
